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Eficiencia energética en la oficina: consejos básicos

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Conseguir ahorrar energía también en los centros de trabajo, es una necesidad cuando todos formamos parte de la solución para frenar el avance del cambio climático. Nuestros esfuerzos están centrados siempre en lograr hogares más sostenibles, olvidando espacios donde la mayoría pasamos, cuanto menos, una cuarta parte del día: las oficinas.

Además, una oficina eficiente en este sentido, se traduce en una disminución en el importe de las facturas de suministros, que será muy bienvenida a la larga y es que anualmente, el ahorro económico estará asegurado.

¿Qué es la eficiencia energética?

Cuando hablamos de eficiencia energética nos referimos a reducir el consumo de suministros, sin que con ello se vea afectado el confort de los trabajadores o la producción. El ahorro energético en ningún caso puede ir en detrimento de la ergonomía, tratándose siempre de  medidas encaminadas a hacer un uso más racional de los recursos; de hecho, las acciones que se ponen en marcha ya mejoran las condiciones del puesto de trabajo.

Trucos para ahorrar energía en el centro de trabajo

El primer paso para implementar una estrategia de ahorro, podría ser una auditoria sobre el uso de la energía en nuestro centro de trabajo. Conocer cómo se reparte el consumo, establecer un punto de partida, hará que se marquen también unos objetivos de ahorro. Normalmente, el gasto se divide en tres grandes áreas: iluminación, climatización del centro de trabajo y equipos eléctricos que se usan en el desempeño del puesto de trabajo. Así las medidas correctoras suelen ser en estas tres direcciones.

Ahorrar luz en la oficina

Pequeños pasos pueden hacer que el ahorro de luz en el centro de trabajo sea importante a la larga. Por un lado, se debe aprovechar al máximo posible la luz natural que llega a los espacios y oficinas, se evita así el encender luces innecesarias. Por otro, hacer una revisión de los sistemas de iluminación es de obligado cumplimiento; conviene cambiar los diferentes puntos de luz por bombillas de LED y otros sistemas de bajo consumo, todas las luminarias deben estar funcionando correctamente y muy importante, hay que fijarse en la limpieza de focos y fluorescentes, todo ayuda a mejorar y consumir menos.

Otra medida para ahorrar luz es sustituir la iluminación tradicional por sensores de presencia en lugares de paso o zonas comunes, ya que cuando se utilizan los interruptores de toda la vida, la tendencia es que estas luces permanezcan siempre encendidas.

Ordenadores y otros equipos electrónicos de bajo consumo

Los equipos en general deberían estar preparados para proporcionar eficiencia energética, pero además pueden configurarse para que durante la jornada de trabajo, maximicen esta función: apagado automático durante un tiempo de inactividad y otras opciones de ahorro que incorporan los equipos informáticos.

Ahorro energético con la climatización de la oficina

La temperatura siempre debería oscilar entre los 21ºC en invierno y los 26ºC cuando se trata del aire acondicionado, partiendo también de que ya se dispone de sistemas de calefacción y aire acondicionado eficientes. Por ello, también es importante el mantenimiento de los equipos, para garantizar la eficiencia.

Por otro lado, revisar todos los cerramientos de la oficina y en la medida de lo posible, una vez activado el sistema de climatización, tratar de no abrir las ventanas. En caso de hacerlo, deben cerrarse rápidamente. Si se quiere ventilar el espacio de trabajo, debe realizarse antes de activar el aire acondicionado, o después, cuando se haya apagado.

Por último sería muy importante concienciar al equipo humano que integra la organización, de que el ahorro comienza por nosotros mismos. De nada sirve una oficina preparada para ser eficiente si el personal no toma partido en los gestos cotidianos.